En alguna que otra ocasión hemos comentado la importancia de otorgar testamento, no solo por el ahorro que supondrá a nuestros herederos pues no tendrán que ir al notario a otorgar una declaración de herederos si no porque tanto o más importante que lo anterior es que con ello nos aseguraremos de que el día que la parca venga a buscarnos, nuestros bienes, sean pocos o muchos, atesorados a lo largo de nuestra vida, vayan a parar a manos justamente de a quien queramos y no quedar sometido el destino de tan preciado legado al orden caprichoso de la ley, que por muy ordenado y legal que sea, en muchas ocasiones aquello que tiene previsión legal no es necesariamente acorde a lo que podamos nosotros desear –y no, no me estoy refiriendo justamente a ilícitos penales…. – pues la ley ordenará que nuestros bienes vayan a parar a manos de nuestros hijos, reservándole el usufructo a nuestro ínclito y nunca bien ponderado cónyuge, caso de que exista descendencia, pues si no existe tal y caso de residir en Catalunya, nuestros bienes irán a parar a manos de nuestro cónyuge o pareja de hecho, previsión que está muy bien siempre y cuando no tengamos muy presentes los versos de Pepe Pinto, “…una madre no se encuentra, y a ti yo te encontré en la calle…”
Como broma está muy bien si no fuera porque en alguna ocasión la falta de testamento ha causado más de un disgusto a alguno de nuestros clientes y a nosotros de cabeza para intentar arreglar el entuerto y darle a los bienes el destino que fue la última voluntad del causante.
Nos servirá de ejemplo un caso que actualmente estamos llevando en el despacho que bien ejemplifica la importancia de tener hecho testamento y de la responsabilidad que, como abogados, muchas veces tenemos frente a nuestros clientes, sobre todo para plantarlos y decirle justamente aquello que no quieren oír, por mucho que se empecinen y por mucho que crean tener la razón. En ocasiones lo abogados tenemos que ser el enemigo de nuestro propio cliente y ponerle negro sobre blanco, por mucho que duela, por mucho que cueste y por mucho que se pierda un expediente, hay cosas que están por encima de lo económico.
Continuará pues el caso lo merece…
Comentarios recientes