Da igual de donde seas, quien seas o como seas. No importa raza, condición o sexo. da igual, de verdad, no importa. Es una desgracia, una tragedia.
Hay cosas que uno no alcanza a comprender, una de ellas son los límites insospechados que puede alcanzar la bajeza humana y lo deleznables que pueden ser cierta actitudes y comentarios ante las desgracias ajenas. A caso se ha llegado al extremo de que algunos asisten a esas tragedias con la piel tan gruesa que se permiten el lujo de poder mofarse e incluso alegrarse de la muerte de otras personas? A caso no creen o pueden llegar a entender que detrás de todo, de esas víctimas, haya una madre, un padre, un hermano o hermana, hijos, esposa o marido que nunca más volverán a recuperar a un ser querido?
Me refiero a los no pocos comentarios y chascarrillos que abundan en las redes sociales respecto de la procedencia de alguna de las víctimas del vuelo AU9525 de Germanwings. Es inimaginable qué tipo de persona se esconde tras esos incalificables comentarios, tan solo esperamos y deseamos que las instancias policiales y judiciales actúen de oficio, tal y como se ha actuado en otras ocasiones, para que los responsables de tales inenarrables comentarios acarreen con todas y cada una de las consecuencias de sus actos y comentarios.
Hasta entonces, desde nuestro despacho, no podemos más que expresar nuestro más sentido pésame a las familias de las víctimas y compartir el dolor por tan irreparables pérdidas. Descansen en Paz. Todos.